Mi nombre es Sergio Gabriel, desde el año 2004 soy Miembro de
la Iglesia Mesianica Mundial, más conocida como JHOREI, nacida en Japón
en 1920, por lo tanto manejo le energía con imposición de manos, sin
embargo el Reiki, terminó un circulo que yo considero era mi destino.
En
2008, debido a un accidente, tuve una cirugia mayor y como consecuencia
quedé discapacitado por una rotura de una vertebra lumbar y me pusieron
instrumental para fijarmelas. En realidad, fué peor el remedio que la
enfermedad, dado que mi cuerpo empezo a rechazar la instrumentación y
todo derivo en un aflojamiento lo cual me producía unos dolores cada vez
mas fuertes, caminar con muletas y arrastrando los pies. Lo cual trajo
aparejado una fuerte depresión aguda con tratamiento psiquiátrico, con
sus respectivos medicamentos. Una maestra de Reiki me ofreció hacerme
una sesión, llegué a su gabinete como les he contado, luego de 45' de
recibirlo, cuando me levanté de la camilla, misteriosamente (para mi en
ese momento), el dolor habia desaparecido, fui hasta mi coche, con las
muletas en la mano. Eso hizo que me interezara más sobre el tema, así
que empece a buscar información y no tarde en iniciarme en el 1º Nivel,
fué tanta la sorpresa, pues en los 21 días de autotratamiento, mis
dolores iban disminuyendo dia a dia, hasta que comencé a dejar
calmantes, pues al no haber dolor, me parecia innecesarios tomarlos,
a los casi 2 meses de haberme iniciado, dejé de un día para el otro,
las grandes dosis de Morfina que consumía, sin sufrir ningún síndrome de
abstinencia.
En ese momento supe que este era mi camino,
cuestiones familiares y la perdida de un ser querido, fueron el
detonante para hacer el 2º Nivel, a más conocimientos, mas
satisfacciones, por lo tanto me enfoqué a transmitir lo que habia
aprendido y terminé haciendo mi maestría.
Qué testimonio más inspirador!! Lo felicito por seguir su voz interior y compartir sus conocimientos por y para el bien de todos. Gracias gracias gracias.... NAMASTE.
ResponderEliminarMuchas Gracias Marta; Solo expongo mi vida, para quien lo lea, pueda recapacitar que si en realidad lo desea, su vida puede cambiar.
ResponderEliminarNAMASTÉ.
Sergio